La psicología es una disciplina científica, con una historia y progreso de más de 100 años, generando múltiples planteamientos que han permitido la comprensión y análisis de la conducta y el comportamiento humano. El avance científico de la profesión, ha logrado ubicar sus principios en diferentes campos como la psicopatología, clínica, salud mental y en áreas de la educación, organizacional, jurídica, deportiva, neurociencias, entre otras. La ciencia psicológica, ha permitido con validez el desarrollo de las sociedades, creando para si una identidad y su reconocimiento universal. Situación que ha llevado a miles de adeptos a continuar la profesión y creando la necesidad de implementar programas de formación que emergen de las comunidades científicas especializadas. Pero la formación tiene retos diferentes a los de la disciplina, al buscar moldear profesionales con competencias laborales y científicas, en el uso y aplicación de la ciencia y la tecnología psicológica en la comprensión y resolución de problemas humanos. 
Condición que no es fácil, al no existir claridad sobre las categorías y variables de la formación, pero si se ha reconocido, que la negligencia de ciertos elementos básicos en la formación, producen resultados que destruyen la profesión, en la generación de profesionales mal cualificados, poco competentes, pseudocientíficos y con baja capacidad para responder a las necesidades sociales. Las reflexiones sobre los programas de formación, su capacidad, impacto y problemáticas han llevado a construir un escrito que busca definir la revisión conceptual, identificar categorías de análisis y describir los programas de formación. Tal vez la escritura sobre esta temática permita a las comunidades académicas, la reflexión por la calidad, la evaluación de egresados, el privilegio de la autoevaluación y el posible desarrollo de propuestas que aseguren su responsabilidad en la generación de profesionales dignos.